Cuando Instagram censura a las ‘instamamis’ sus fotos dando el pecho. Cuando en la calle alguien te pide que te tapes «porque hay criaturas». En todas estas ocasiones, es el patriarcado quien habla. Y no precisamente porque le parezca bien ver unas tetas en la tele, pero mal cuando estas se usan para lo que están pensadas: alimentar a las criaturas.
Esta «censura» se da por dos motivos: uno, porque las tetas lactantes también han sido sexualizadas por el patriarcado y dos, porque los pechos hace siglos que no pertenecen a las madres. El patriarcado les quitó cualquier connotación natural o positiva hace mucho y le molesta que haya mujeres devolviendo a las tetas lactantes la categoría que les pertenece y con la que ya no pueden ni sexualizarlas ni cosificarlas.
Yo comprendí que mis fotos dando el pecho a mis criaturas para normalizar la lactancia materna habían sido un error en cuanto me empapé de feminismo radical, el único que te cuenta en qué consiste la autosexualización. Las mujeres nos hipersexualizamos y cosificamos creyendo que esto nos empodera. Colgamos fotos en redes sociales y todo ese rollo pensando que somos muy libres cuando en realidad esto es justo lo que el patriarcado quiere: que nos mostraremos bellas y sexys para ellos y según lo que ellos, los hombres, consideran bello y sexy.
En mi opinión, la normalización hay que hacerla en la calle y la vida offline porque en redes sociales se traduce muchas veces en imágenes con las que el patriarcado se frota las manos.
Mi experiencia como instamami me ha llevado a pensar que esa censura en redes, representada en el algoritmo de Instagram, viene porque esos pechos lactantes no pueden sexualizarse tanto como al patriarcado le gustaría
Crianza Radical
Las preguntas que yo me hice fueron sencillas: ¿esta foto donde yo y mi criatura salimos completamente desnudas mientras hacemos teta, va a poner cachondo a algún hombre? Sí. ¿Me importa que algún hombre se haga una paja mirando esta foto? Yo, antes de entrar en el feminismo radical, me decía a mi misma que NO. Hasta ese punto estaba alienada.
Y todo esto sin pensar en la imagen de mis crías, claro. En ellas tampoco pensé mucho porque total, todos los bebés en la teta se parecen, cambian mucho, nadie las va a reconocer… todo excusas y mentiras que te cuentas a ti misma por unos likes. Todo sea por unos likes alimentando el ego, todo sea por normalizar la lactancia y sumarme al hashtag de moda entre las madres como el mítico #normalizebreastfeeding.
Aunque exponga a mis criaturas. Aunque muchos de los likes serán de hombres que me sexualizaran y cosificaran con su mirada. A mi y a mis criaturas.
Crianza Radical
Y sabiendo además de la existencia de los ‘vampiros blancos’. Hijos sanos del patriarcado, hombres normales y corrientes con sus fetiches asquerosos potenciados por el porno. Hombres que nos dejan comentarios a las madres lactantes y nos escriben por privado para preguntarnos «detalles» sobre nuestras lactancias para obtener nuevo material para sus pajas.
Yo me enteré a tiempo de su existencia y doy gracias porque muchos de ellos se hacen pasar por asesoras de lactancia y te engañan para que les mandes fotos y vídeos dando el pecho por privado. Y como sabía que existían los bloqueaba al instante, pero las fotos las dejaba.
Al patriarcado las tetas le gustan siempre, incluso las lactantes. Y no es solo por los vampiros blancos. Los pechos lactantes son una fantasía sexual para muchos hombres.
Crianza Radical
No lo he comprobado pero estoy segura de que las madres lactantes son una pestaña más en cualquier página porno. Hasta en eso el patriarcado nos cosifica y nos sexualiza.
Y esto me lleva a una última cuestión que me preocupa mucho porque afecta a la vida sexual de muchas madres. Por un lado tenemos a mujeres que aseguran que su fantasía sexual es que el padre de sus hijos tome leche de su teta y por el otro, tenemos a las mujeres que no quieren hacer eso pero acceden por la insistencia de sus parejas hombres.
En el primer caso, me temo que esa supuesta fantasía sexual no responda a un deseo personal de la mujer real. El patriarcado y el porno nos han robado nuestra sexualidad y la realidad es que la mayoría de las mujeres no sabemos lo que realmente nos gusta en la cama.
Y en el segundo caso aún es más dura la situación porque implica lo siguiente:
- que haya hombres insistiendo a sus mujeres para que accedan a prácticas sexuales
- que haya mujeres accediendo a esa práctica solo por complacer o porque creen que le deben sexo a su pareja
- que haya mujeres creyendo que esto les gusta y repitiendo porque el patriarcado y sus maquiavélicos mecanismos les han hecho creer que sí les gusta y mucho
En todos los casos que comento y mi propia experiencia como instamami, me parece que las mujeres, una vez más, hemos sido engañadas por un falso empoderamiento y una filosofía neoliberal que nos lleva a hacer cosas que solo benefician al patriarcado.
Y esto no es solo por nosotras, en el tema de la lactancia también estan las criaturas. Una infancia a la que hay que proteger con especial ahínco porque el patriarcado también es pedófilo.
Crianza Radical
Pensar en las criaturas como simples «daños colaterales» por normalizar la lactancia materna es autoengañarse. Yo lo hice y no me gustaría que las demás lo hicieran. Es un error muy grave.
De los comentarios sobre la lactancia más retorcidos que he leído nunca!! Yo soy madre de tres, han tomado teta hasta los seis años, en tándem unos cuantos años… Y de verdad, que al mundo no le importa tanto, que no es tan importante… Claro, que nunca me dio por hacerme fotos y publicarlas, estaba ocupada en mi propia vida, y nunca me ha preocupado demasiado el beneplácito y la aprobación del mundo. He dado teta en todas partes y creo que una sola vez una imbécil me miró mal en el metro. Curiosamente, no recuerdo a ningún hombre censurando, criticando y mirando con lascivia. Será que no me fijé bien. A mí me parece que todo el texto rezuma rencor y victimismo. Y para rematar, el patriarcado es pedófilo? De dónde sale tan brillante argumento?
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